Entrevista a la Defensora de Niños, Niñas y Adolescentes de la Nación.

En junio presentó el informe de su primer año de gestión ante la Comisión Bicameral del Defensor de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes del Congreso Nacional. Fue un hecho importante. Es que a pesar de estar contemplada en la ley Nacional 26.061, la figura del/la Defensor/a había estado vacante durante catorce años. En 2020, poco antes de la llegada de la crisis del COVID-19, el cargo fue hecho realidad. En el contexto del Día de las Infancias, Marisa Graham habla de seguridad alimentaria, subsistencia y escolaridad. La articulación con las provincias y «La Defe», un canal de comunicación directo para niños, niñas y adolescentes.

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Foto: pxfuel.com

“Soy contemporánea con la pandemia”, dice, enérgica, Marisa Graham. Hablamos con ella entrada la noche y cuenta que tuvo un día agitado, cargado de reuniones presenciales y virtuales. Además, dio clases en la Universidad de Buenos Aires, en la que desde hace años es docente de grado y posgrado. Los desafíos y responsabilidades de su cargo son enormes. Según los últimos datos publicados por el INDEC, más de la mitad (57,7%) de niños, niños y adolescentes de hasta 14 años son pobres, es decir, no alcanzan a cubrir sus necesidades básicas de subsistencia. La situación se agrava con la persistencia de las nuevas variantes del COVID-19 y en medio de una economía en crisis.

¿Cuáles son los problemas urgentes que tienen los niños, niñas y adolescentes?

Veníamos con deudas con las infancias y adolescencias desde hace mucho tiempo y la pandemia las sacó a la luz. Asumí como defensora el 28 de febrero y el 3 de marzo estaba en funciones. Alcancé a hacer algunas cuestiones y se vino la pandemia. En ese momento tuvimos que reformular nuestro plan de trabajo, adecuarlo a lo que estábamos viviendo y presentamos un documento que le presentamos al jefe de Gabinete.

¿Qué sostenía ese documento?

El documento postula cuatro puntos urgentes a trabajar, que son la seguridad alimentaria; los ingresos familiares; el desgranamiento de la escuela secundaria y la falta salas de 45 días a 3 años.

En lo referido a seguridad alimentaria ¿Cómo están afectados los niños, niñas y adolescentes?

En dos cuestiones. Por un lado, el hambre, que no es la mayoría la que lo padece, pero existe, y en otro lado el sobrepeso y la obesidad. Por supuesto que este último aspecto es una preocupación no por estética sino por salud. Los niños y niñas pobres en general se alimentan con muchas harinas porque son más baratas. En otras clases sociales donde se tiene acceso a poder comprar otros alimentos se suele alimentar mal, mucho snack y muy poco saludable.

Hay un tema importante, que insistimos mucho el año pasado al Gobierno nacional y perdimos esa batalla que es el cierre de los comedores escolares. Entendíamos que las escuelas podían estar cerradas por la pandemia, pero los comedores escolares en América Latina y en Argentina son muchas veces la única ingesta de algo saludable del día que hace un niño/a o un adolescente. Pero bueno, en pandemia se sustituyó el comedor por bolsones, que se fueron mejorando, pero siempre tuvieron alimentos secos, nunca nada fresco como una fruta o una verdura que es lo que necesitan.

Por otro lado, conseguimos que se ampliara la tarjeta alimentar hasta los catorce años.

Perfil. En marzo de 2020, a pocos días del inicio del confinamiento por la llegada del coronavirus COVID-19, el Observatorio entrevistaba a la entonces flamante de Defensora de Niños, Niñas y Adolescentes en una de sus visitas a Mendoza.

¿Cuál es el panorama de los ingresos familiares y cómo se ven afectados los niños, las niñas y adolescentes?

Hubo mejoras que se vieron reflejados en el decreto 840/2020 (1). Conseguimos quitar el límite del quinto hijo/a para cobrar la asignación universal y fundamentalmente que la condicionalidad no se convirtiera en penalidades.  

Hay que tener en cuenta que el 95 % de quienes cobran la asignación son mujeres. En el decreto del 840/20 se logró que la penalidad no implicara la baja de la asignación universal.  ¿Qué quiere decir esto? En 2017, 2018, quedaban afuera de la asignación por muchas razones. Por ejemplo, mamás que tenían una changa y entonces no podían ir a buscar la certificación en la escuela. Otras veces iban a buscar la certificación y la persona que se la tenía que dar estaba de licencia y entonces se les complicaba volver.

La asignación es un derecho de los niños, niñas y adolescentes a su seguridad social. Eso en este momento tan importante, como es la pandemia, está funcionando bastante bien. Fernanda Raverta (la titular de la Anses) nos mantiene informadas. Todavía falta incorporar a gente, hay mamás que no tienen el DNI, por ejemplo.

¿Los chicos y las chicas dejan la escuela?

Los niños y las niñas van a la escuela primaria. Eso está muy internalizado. El problema ocurre entre los catorce y los quince años de edad. El 30% de los que ingresan al secundario se va. Del 70% restante, la mitad termina la secundaria con sobre edad.

La cuestión tiene que ver con el género. Por un lado los varones salen a la calle a trabajar o a cuestiones de informalidad. Las mujeres se quedan a cargo de tareas de cuidados para ayudar a sus familias. Esto les impide terminar el secundario.

También es cierto que la escuela secundaria se tiene que revisar a sí misma. Tiene que ser más atractiva para las adolescencias e incorporar, por ejemplo, tecnología. O repensar la posibilidad de que el profesor/a adelante y adolescentes no es la única alternativa.

¿Qué problemas se dan con la primera infancia?

Hay déficit de salas estatales de 45 días a 3 años. Yo no estoy diciendo que lo ideal es que un bebé o una beba de 45 días vayan a una institución, pero hay familias que necesitan espacios donde sus hijos/as estén al cuidado mientras trabajan o estudian.  Hay una demanda insatisfecha de salas de esas edades.

¿Cómo se articula el trabajo con las provincias?

En Argentina se avanzó mucho con la ley 26.061. Eso implicó que a lo largo y a lo ancho del país haya un Sistema de Protección de Derechos.  Pero hay algunas situaciones, como que los y las profesionales que trabajan en estos sistemas son los peores pagos y se van al Poder Judicial. Necesitamos rever esto.

Pero lo más importante es que exista la figura de defensor/a en las distintas provincias. Hoy sólo cinco provincias que la tienen:  Córdoba (que fue anterior su nombramiento a la nacional); Santa Fe; Misiones, La Pampa y Santiago del Estero.

Necesitamos de estos organismos para que haya control y monitoreo de los lugares donde están los chicos/as que no son las familias. En el caso de Mendoza, estamos trabajando con una denuncia de abuso sexual que habría sido cometido en la Dirección de Responsabilidad Penal Juvenil por parte de operadores hacia chicos.

La «Defe»(https://defensoraderechosnnya.gob.ar/), es un espacio virtual creado por la Defensoría para comunicar las acciones del área y llegar a la población de niños, niños y adolescentes a través de Internet y las redes sociales. Allí es posible acceder a noticias e información general. También se pueden efectuar consultas y comunicar urgencias

1) El miércoles 4 de noviembre de 2020 se publicó en el Boletín Oficial el Decreto 840/2020, en el cual se establecen nuevas condiciones para acceder a la Asignación Universal por Hijo (AUH), beneficio que implica una prestación monetaria, no retributiva, de carácter mensual).

Por Laura Fiochetta | ONAF | 19 de agosto de 2021

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