Julieta Frías es licenciada en Psicología y coordinadora de dos ECAF (Equipos Comunitarios de Acompañamiento Familiar) de la Asociación Vida Infantil, una organización dedicada a promover y proteger los derechos de Niños, Niñas y Adolescentes afectados por VIH/SIDA. Repensamos junto a ella algunos conceptos para entender el rol que juegan las organizaciones en las políticas de infancia en Mendoza. «Entre lo ideal y lo real, tenemos que plantearnos lo posible», dice.
Se denominan ECAF (Equipos Comunitarios de Acompañamiento Familiar). Trabajan en coordinación con los Equipos Técnicos Interdisciplinarios (ETI) del Estado provincial, antes conocidos como OAL (Órganos Administrativos Locales). Son organizaciones sociales que acompañan a las familias de Niños, Niñas y Adolescentes en el marco de la Ley Provincial de Niñez N° 9139, norma que el gobierno de Mendoza aún no reglamenta.
La Asociación Vida infantil nació en el año 1996 con el propósito de mejorar la expectativa de vida a Niños, Niñas y Adolescentes con VIH SIDA. Desde entonces, sus integrantes vienen trabajando en distintos proyectos relacionados con el tema en toda Mendoza. En 2019, con la sanción de la nueva ley, se constituyeron como ECAF en el departamento de Las Heras y en la Zona Valle de Uco . «Somos un recurso que ya existimos», afirma Julieta Frías. «Ya tenemos llegada y territorio (…). El Estado aprovecha ese recurso que somos, el camino recorrido».
¿Cómo surgen los ECAF?
Con la implementación de la Ley de niñez. A partir de la sanción de esta norma, la DGP (Dirección General de Protección) comenzó a implementar la Ley, en nuestro caso como asociación civil desde el concepto de corresponsabilidad que establece su artículo 13.
¿Qué entendemos por corresponsabilidad?
No se puede pensar como un compartimento estanco ni desde una sola mirada. Cuando hablo en las escuelas sobre este tema, intento pesar de qué forma podemos abordar algunas situaciones y cuál es el alcance y cómo tenemos que intervenir. Es un trípode donde Estado, familia y asociaciones civiles donde ninguna puede existir sin la otra.
¿Cómo es el rol que juegan las asociaciones civiles?
Han adquirido mucha visibilidad e intervención. Por ejemplo, nosotros como Asociación Vida Infantil trabajamos hace muchos años con la protección de los derechos de niños, niñas y adolescentes con VIH. Ahora, en cambio, con el convenio que tenemos podemos articular con el Estado a través del ETI (Equipos Técnicos Interdisciplinarios) para poder restituir derechos.
Además, las asociaciones somos un recurso que ya existimos, que ya tenemos llegada y territorio y en ese sentido vuelve a jugar el concepto de corresponsabilidad. El Estado aprovecha ese recurso que somos, el camino recorrido que tenemos. La corresponsabilidad es esta conexión entre Estado, familia y asociaciones puede circular algo de lo posible.
¿Y cómo es la relación con las familias en ese trípode?
Hay una expresión que se usa mucho en Desarrollo Social y que es fortalecer el rol de las familias. Correr el foco de las familias ideales y que circule algo de lo posible. Si logramos que se haga algo distinto de lo que se venía haciendo, está el trabajo hecho. Nosotros nos sentimos satisfechos.
Entre lo ideal y lo real, plantearnos lo posible. No venimos a focalizarnos en lo que les falta a las familias desde un lugar de superioridad. En ese sentido, los ECAF tienen un abordaje distinto a los de los ETI. Nuestra mirada es más comunitaria porque tenemos un tiempo real que el ETI, por su rol, no lo tiene. Por eso nuestra relación con las familias es de darles más tiempo, incluso jugamos un papel fundamental también en la relación con las escuelas.
¿En qué sentido?
La escuela se siente más acompañada. Podemos intervenir buscando un turno que necesita un niño, acompañar una entrevista en la escuela, estar presentes. En nuestro caso con los ETI de Las Heras y de Valle de Uco, con quienes trabajamos, hemos podido articular muy bien. Somos una extensión del ETI para poder acompañar las medidas.
¿Qué falta para que se cumpla la ley ?
La verdad que cuando pensamos en lo que falta no podemos dejar de centrarnos en que recién en julio de 2019 arrancamos. O sea que tenemos un camino muy pequeño recorrido, estamos empezando a caminar. Y además nos tocó la pandemia del coronavirus. Ojalá que si llega la reglamentación de la ley, los vínculos que tenemos con los ETI sigan como hasta ahora, con la apertura que tienen para poder relacionarnos y trabajar juntos.
¿Qué objetivos tiene como coordinadora?
Mi anhelo como coordinadora de estos dos ECAF es seguir creciendo en visibilidad. Me costaría pensar a los ETI sin el trabajo que hacemos desde los ECAF para conseguir el interés superior del niño. Siempre en conjunto, como el diagrama de Venn, donde nos interrelacionamos.
Por Laura Fiocehtta| ONAF | 9 de agosto de 2022