Los SEOS (Servicios Educativos de Orientación Social) conviven día tras día con niños y niñas. La ley 9139, que está en vigencia desde el ocho de febrero en nuestra provincia y apunta a proteger la niñez y la adolescencia, les son de total incumbencia. Conversamos con dos directoras de estos jardines maternales. Exigen más información y capacitación para aplicar la norma. También piden que el Estado destine recursos económicos para que la letra de la ley sea una realidad.
Valeria Miranda, directora del El jardín maternal Huilén de Corralitos
¿ Le parece bien que se haya aprobado una nueva ley de protección de derechos de niñez y adolescencia?
Es costumbre en nuestra provincia sacar leyes que apuntan a suplir necesidades, pero muchas veces pero nos cuesta llevar esas normas a la práctica. En lo concreto, no se encuentra la respuesta del Estado que necesitamos. Debería ser más equilibrada la relación entre la teoría y la práctica. En el día a día hay problemas urgentes que resolver y existe una disociación entre lo que precisa una mamá o una docente para la resolución de un inconveniente vinculado con la niñez y las instituciones que se hacen cargo de esta situación.
¿Qué espera de la aplicación de la nueva ley?
Respecto de la nueva ley, lo único que se pierde es la esperanza y la verdad. Es que esperamos que el Estado dé los recursos para que se pueda llevar a cabo. Si los recursos no están, como hasta ahora, habrá muchos casos de niños y niñas y las instituciones van a colapsar. La Dirección de Educación de Guaymallén ha hecho un grupo interdisciplinario que sirve de nexo para poder trabajar con la ley. Somos 17 jardines en todo el departamento y cada uno tiene entre 100 o 120 niños y niñas. Se necesita mucho recurso humano y no sé si el Estado está preparado para eso.
¿Hoy tienen problemas de recursos en el jardín?
Desde el año 2011 tenemos como jardín el programa “Buena Cosecha”, muy necesario porque estamos en Corralitos y si quienes asisten no están hasta la tarde en la escuela, están en las chacras. El Gobierno sólo nos da un desayuno, que consiste en una leche con dos vainillas, y el almuerzo. Nunca me bajaron otra cosa. Tenemos bebés de seis meses que se toman hasta cinco mamaderas por día. Al resto hay que darle meriendas. Dependemos de los eventos que hacemos y de la voluntad de las maestras que son totalmente comprometidas y trabajan a contraturno para hacer pizzetas o vendemos ropa para poder tener dinero para comprar comida para nuestrxs niñxs. Disponemos de profesionales con vocación, con perfil social, ya que en los SEOS no importa el puntaje sino el perfil social.
¿Cuál sería la mayor necesidad a resolver con la nueva ley?
La mayor necesidad es que se den respuestas urgentes y no abrir expedientes que no llegan a tiempo a resolver la vulneración de derechos.
Belén Marianetti, directora del jardín Lucecitas del Barrio Santa Ana de Guaymallén
¿En qué etapa se encuentran respecto de la nueva ley de protección de derechos de niños, niñas y adolescentes?
Estamos en una etapa de comenzar a conocer la nueva ley. No todos los establecimientos la conocen. De hecho, hay colegas que no saben que los OAL (Órgano Administrativo Local) ya no tienen ese nombre y se llaman ETI.
¿Qué necesidades tienen como institución?
Necesitamos dar un paso grande a nivel instituciones, porque quienes trabajamos en el territorio nos encontramos muchas veces sin respuestas, sin protocolos reales de actuación. La gente muchas veces acude a los jardines para hacer denuncias cuando no es el lugar adecuado. Sin embargo se trata de personas que están bajo presión psíquica o física y al primer lugar que van a es a nosotros. Las familias no saben dónde denunciar.
¿Qué opina del acceso a la información de la nueva ley?
La nueva ley ya debería haberse bajado teniendo en cuenta que se trata de una legislación que está en vigencia desde comienzos de febrero. No puede ser que recién la estemos conociendo. En nuestro caso nos cabe la fuerza de la ley y seguimos hablando de Oales cuando ya no existen. Por otro lado es muy importante que se capaciten a las docentes. Todo el mundo que esté frente a los niños tiene que conocer la legislación. Deben saber cómo moverse frente a las distintas problemáticas cotidianas que atienden.
¿Qué pedido le hacen al Gobierno respecto de la norma?
El peor enemigo es el desconocimiento y estamos en ese proceso de conocer, pero porque nosotros nos hemos movido. Necesitamos que nos capaciten, que personas especializadas puedan explicarnos de qué se trata. Necesitamos formación e información para abordar las situaciones diarias.
Por Laura Fiochetta | Observatorio de Niñez, Adolescencia y Familia