El deterioro de los ingresos familiares en pandemia

En el último año el índice de precios al consumidor (IPC) en Argentina aumentó un 46,3%. En el mismo periodo, la canasta básica total pasó de $13.784 a $20.374. ¿Cómo atraviesa la crisis una familia de ingresos medios? ¿Cómo se enfrentan la carencia y la incertidumbre en los tiempos que corren? “Estamos siempre al límite, sin reserva», dice Soledad, una médica veterinaria madre de tres hijos. Para Carina Farah, economista y docente de la Universidad del Aconcagua, en un mundo cada vez más desigual el rol del Estado es fundamental para paliar el impacto de la pandemia en la economía familiar. Datos, informes y perspectivas para pensar el problema.

Imagen: Pixabay.com


Cada mañana, Soledad abre las puertas de su veterinaria en el Barrio Bancario de Godoy Cruz, una de las zonas de trabajadores y profesionales más emblemáticas del Gran Mendoza. La inauguró hace diez años en un salón ubicado en la parte de delante de la casa que heredó de su abuela. Allí es donde también vive con su familia.  Es una veterinaria pequeña – “de barrio”, aclara Soledad. Desde que empezó la pandemia hace malabares para mantener su negocio a flote.

 “Ya en 2016 la situación económica había comenzado a empeorar muchísimo. En ese entonces tuve que tomar la decisión de seguir o cerrar”, cuenta Soledad. “La salida que encontré fue buscar alguien con quién asociarme. Lo hice, pero después fue peor.  Si bien mi socia hizo una inversión para ampliar el negocio, tuvimos que dividir ganancias y no alcanzaba. No funcionó.  Al final, a fines de 2019, decidimos separarnos. Tuve que pedir un préstamo de los que daba el gobierno a tasa cero para pagar las deudas”, dice.

¿Qué es la clase media? Organismos como la CEPAL establecen las fronteras de la clase media a partir de la distribución del ingreso familiar. Como límite inferior se considera el monto correspondiente al cuádruple del valor de la línea de pobreza (1). En el gráfico, la Canasta básica alimentaria establece la línea de indigencia y la Canasta básica total establece la línea de pobreza. Fuente: Extraído de INDEC (Abril 2021) Valorización mensual de la canasta básica alimentaria y de la canasta básica total. Gran Buenos Aires. Informes técnicos. Vol.5, Nro.7.

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¿Por qué la situación de las clases medias ha empeorado tanto en los últimos años?  A la hora de dar explicaciones, los/las expertos/as señalan un proceso de deterioro económico que ya lleva más de una década. Un trabajo efectuado por CIPPEC y el PNUD (2019) muestra que desde 2011 el crecimiento del PBI se ralentizó en sincronía con desequilibrios macroeconómicos.

Al déficit fiscal que ya venía generando el creciente gasto público se le sumaron problemas en la balanza de pagos producto de la crisis en el sector energético y de la caída de los precios internacionales de las comodities, entre otros factores. Los años de los superávits gemelos en las cuentas públicas y el dinamismo de la economía real quedaron atrás y el problema de la restricción externa (escases de dólares) comenzó a acentuarse. 

Contexto: Desde 2011 Argentina atraviesa un ciclo económico de estancamiento con un deterioro progresivo de los principales indicadores macroeconómicas. En el gráfico: Pobreza, desigualdad y PIB per cápita en Argentina (1983-2018) en base a microdatos de la EPH (Encuesta Permanente de Hogares) y WEO (World Economic Outlook). Fuente: extraído del documento «El desafío de la pobreza en Argentina. Diagnóstico y perspectivas» (CIPPEC, PNUD, CEDLAS)

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Carina Farah es economista y profesora de Estadística Aplicada de las carreras de Marketing y Comercialización y de Turismo y Hotelería de la Universidad del Aconcagua. Desde su perspectiva, la caída se acentuó en 2015, cuando las autoridades decidieron liberar el precio del dólar. “Esto generó una devaluación del poder adquisitivo. Aquellos bienes que podíamos comprar en el exterior se ven afectados de manera directa y también de manera indirecta porque quizá son bienes que compramos acá, pero requieren insumos de afuera”, explica.

 A esto se sumaron el aumento de las tarifas de los servicios públicos y la inflación. Farah sostiene que a la gente se le licuó el salario. «Hasta 2015 había inflación, pero aumentos salariales que se iban acomodando. Si había una inflación del 30% anual, los sueldos más o menos se acompañaban la inflación. Hoy la gente espera el aguinaldo para poder pagar la tarjeta de crédito”, explica.

Y en marzo de 2019 llegó la pandemia COVID-19.

“Durante la pandemia las veterinarias éramos consideradas servicios esenciales, pero el trabajo se redujo un montón. Trabajar medio día era muy difícil, porque significaba tener la mitad de los ingresos, pero sosteniendo los mismos costos”, explica Soledad durante una videollamada. Está sentada en el living de su casa. Junto a ella está Matías, su marido, que trabaja como instructor de yoga y taichí. Tiene un promedio de sesenta alumnos y da clases a particulares y a grupos de empleados de empresas. 

“Al principio pude trasladar las clases a un formato virtual y la gente acompañó, pero muchos se fueron y los ingresos bajaron”, explica Matías. La manera de compensar fue replantear las clases y fusionar los grupos con los que habitualmente trabajaba por separado. A eso se sumó una ayuda del gobierno: “En la primera época de la pandemia me tocó el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) y con ese ingreso más o menos compensábamos”, dice.

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Soledad y Matías tienen tres hijos. Julián tiene diez, Federico siete y Juan Cruz cuatro. Matías explica que desde que empezó la pandemia decidieron no dejar más a los chicos con sus abuelos. Eso limitó sus posibilidades de salir a trabajar. “Nuestra situación actual tiene que ver un poco con que bajaron los ingresos, pero otro poco con cuestiones de organización familiar en cuanto a tiempos y decisiones de cuidado de los hijos.  Para contratar a una niñera, por ejemplo, tendría que salir un trabajo muy importante, y al menos en mi rubro eso no aparece”, dice Matías.

Según el INDEC, el índice de precios al consumidor (IPC) aumentó un 17,6% durante el primer cuatrimestre del año (enero-abril). “En este último tiempo vivimos al día, compramos lo necesario en el almacén del barrio. Ya no podemos hacer compras grandes como las que hacíamos antes, básicamente porque no alcanzamos a reunir el dinero”, explica Soledad. Hace unos días su hijo Julián le preguntó por qué las alacenas con comida estaban siempre vacías. “Compramos lo básico, dejamos de comprar cualquier cosa extra. Y siempre traemos segundas marcas”.

Y cuando no tienen para lo básico, se endeudan. “Estamos siempre al límite, sin reserva. Por eso, si tenemos algún dinero lo usamos en ese momento, porque si no sabemos que tiene que ir seguro para pagar la luz, el gas o alguna deuda”, explica Soledad.  “Tenemos las tarjetas de crédito explotadísimas, porque es el único recurso que tenemos para zafar”. Después cuenta que están usando las tarjetas para comprar comida en cuotas. “Es algo que nunca habíamos hecho. Ahora por ejemplo estoy pagando quince mil pesos de comida que compré hace un mes y que se me acabó en una semana”, dice.    

En un informe publicado en abril, el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz remarcó que uno de los elementos que jaquea la política económica es el impacto inflacionario en el escenario distributivo : “Dos meses atrás afirmamos respecto al fino equilibrio de variables que requería la recuperación del poder adquisitivo de los ingresos de las mayorías en el programa oficial: “Los incentivos y desincentivos económicos, los controles y las regulaciones, la autoridad política del poder ejecutivo y hasta la participación de actores de la sociedad civil tiene que coordinarse milimétricamente para dar con el escenario deseado». La fuerte dinámica de los precios relevados en los últimos meses muestra que ese fino equilibrio no se está logrando», afirma.
Hacer clic aquí para acceder al informe

“El mundo requiere más alimentos y Argentina es productor de alimentos por eso aumentan los precios. Por eso es necesaria una política exterior con aranceles claros, teniendo en cuenta que en todos estos temas se juega una puja de poder”. explica Farah, quien además compara la economía con una torta que hay que repartir entre muchos: “Si algunos comen más, otros comen menos. Y lo que pasó en los últimos años es que la torta se achicó y la concentración fue enorme”, subraya. Para la economista, el trasfondo del problema es la desigualdad económica:

Según el informe «el virus de la desigualdad«, producido recientemente por la organización Oxfam Internacional, la concentración de riqueza a nivel global es alarmante: En nueve meses las mil mayores fortunas del mundo han recuperado su nivel de riqueza previo a la pandemia, mientras que para las personas más pobres la recuperación podría tardar más de una década en llegar. Por otra parte, el incremento de la fortuna de las diez personas más ricas del mundo desde el inicio de la crisis sería suficiente para que nadie cayese en la pobreza a causa de la pandemia. También para financiar una vacuna universal contra la COVID-19.

En un contexto de creciente desigualdad y deterioro de ingresos, las familias que integran las clases medias enfrentan un escenario económico tan incierto como desalentador. El impacto es material, pero también simbólico: “Es una clase que general tiene aspiraciones de clases más altas, que son de familias de inmigrantes, acostumbradas a viajar en verano y también en invierno», explica Carina Farah. «En muchos casos tienen casa propia, auto y escuela privada para sus hijos; pero todos esos elementos ya no se dan más debido a la situación que vivimos”, afirma.

«Hay que seguir y seguir bancando la situación», cierra Soledad. «Lamentablemente atravesamos uno de los ciclos de crisis que en Argentina ya son históricos. Y para colmo en una pandemia que ha sido muy rara para todo el mundo. Tenemos que seguir invirtiendo en cuidar lo que tenemos y en capacitarnos profesionalmente. Eso, en definitiva, es nuestro mayor capital».

1) Franco R. y otros (2011), Crece y cambia la clase media en América Latina: una puesta al día. Revista CEPAL 103.

Laura Fiochetta | Javier Avila | Asistencia de producción: Rebeca Orellano | ONAF | 26 de mayo de 2020


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