La Asamblea General de las Naciones Unidas recomendó en 1954 a los países que instituyeran el Día Universal del Niño. El 20 de noviembre de 1959 marca la fecha en que la Asamblea aprobó la Declaración de los Derechos del Niño, y ese mismo día pero de 1989 fue aprobada la Convención sobre los Derechos del Niño
Desde entonces, los países que han ratificado la Convención deben presentar un informe al Comité de los Derechos del Niño de la ONU cada cinco años. Es el tratado internacional de derechos humanos más ampliamente respaldado, 196 naciones lo han ratificado. Estados Unidos es el único país que no ha completado el proceso de ratificación de la Convención.
Los cuatro principios sobre los que se establece el acuerdo son la no discriminación, la primacía del interés superior de menor, la garantía de la supervivencia y el pleno desarrollo, y la participación infantil. Tiene 54 artículos en los que desarrolla, entre otros, el derecho de los niños y niñas a la protección contra todo tipo de violencia y explotación, a la educación, al más alto nivel posible de salud, y a beneficiarse de políticas sociales que garanticen un nivel de vida adecuado para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social.
En Argentina, gracias a Ley Nacional N° 26.061, y a un conjunto de normas con enfoque de derechos humanos, el Estado garantiza estándares de protección básicos y universales para todos los niños, niñas y adolescentes. La provincia de Mendoza adhirió pero aún no fue reglamentada la ley.
Según datos oficiales, en Argentina cinco millones de niños, niñas y adolescentes son pobres y un millón es indigente, situación que vulnera gravemente sus derechos.
Por Laura Fiochetta | ONAF | 20 de noviembre de 2019