El número de personas privadas de libertad en Argentina, como en la región, continúa creciendo año a año. El impacto del encierro ha sido analizado en diferentes estudios y
sin dudas resulta traumático para quienes lo atraviesan. La cárcel aumenta la pobreza, expone a los detenidos a situaciones de violencia, mal trato y tortura, disminuye el acceso al sistema de salud, a la educación y al trabajo, y tiene un impacto desgarrador en la subjetividad de las personas.
Pero la cárcel también impacta en el afuera, en especial, en los familiares y círculos cercanos de los detenidos. En un contexto en que más del 90% de la población carcelaria está compuesta por varones, el colectivo de mujeres (madres, esposas, hijas y hermanas de las personas privadas de libertad) que por lo general adopta un rol de
acompañamiento, cuidado y asistencia a los presos, sufre en especial las consecuencias
del encarcelamiento de sus familiares. Sin embargo, este grupo ha sido invisible para
quienes planifican e implementan políticas públicas y programas.
En este documento reseñamos algunas de las consecuencias del encierro en las mujeres
que tienen familiares o amigos privados de libertad para lo cual nos valemos de un
estudio que realizado en México en el que se profundizó sobre esta temática. En la
segunda sección, presentamos información sobre la Asociación Familiares de Detenidos
(ACIFAD) formada por y para familiares de personas privadas de libertad.
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