Un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se centra en las condiciones de vida de niños, niñas y adolescentes que viven en contextos caracterizados por la escasa intervención estatal y la presencia de grupos criminales que controlan el territorio.
Según el informe -publicado en noviembre de 2015- la ausencia de oportunidades de Niños, Niñas y Adolescentes (NNA) para desarrollar un proyecto de vida autónomo deriva en situaciones estructurales de exclusión socio-económica. Los Estados no han conseguido revertir estos escenarios, reproduciéndose así condiciones estructurales de desigualdad, vulneración, deslegitimación de las instituciones estatales.
En general, las respuestas de los Estados en estos contextos no son suficientes para prestar una adecuada protección a la niñez más afectada por estas condiciones y prevenir que sean captados y utilizados por el crimen organizado.
Por otro lado, las políticas de control y de represión hacia los grupos criminales han llevado a frecuentes abusos y arbitrariedades ejercidos por las fuerzas de seguridad. Asimismo, frente a los adolescentes que cometen delitos, los Estados siguen priorizando la respuesta punitiva y retributiva a través del sistema penal, en detrimento de los programas de rehabilitación y re inserción, encerrándolos en condiciones muy precarias y exponiéndolos a situaciones de abuso y violencia. Las estadísticas muestran que los niveles más altos de comisión de delitos violentos se encuentran en las grandes urbes: barrios periféricos, pobres, con acceso limitado a servicios básicos y escasa presencia del Estado. Se trata de zonas con población en situación de vulnerabilidad que integran grupos sociales tradicionalmente excluidos y discriminados.
Por ello la Comisión entiende que la mejor manera de hacer frente a la violencia, la inseguridad y el crimen es a través de políticas públicas que tengan un carácter integral y holístico. Éstas deberían tomar en consideración aspectos sociales estructurales y trabajar sobre los factores de riesgo, reforzando los factores protectores.
Por último, el informe recuerda que es necesario operar el cambio de paradigma de seguridad ciudadana, tomando en consideración la concepción de la seguridad centrada en la protección de todas las personas y de las condiciones para la garantía del ejercicio de sus derechos.
El informe completo puede ser descargado desdele siguiente link:
http://www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/violencianinez2016.pdf